Sergio León y Roberto Torres dan aire a Martín
- Osasuna volvió a cometer errores en defensa y no tuvo claridad en la creación de juego, pero sumó su primer victoria gracias a la calidad individual de sus mejores jugadores
Un abismo se abrió a los pies de Osasuna en el primer minuto. De Osasuna y de su entrenador,Enrique Martín. A los 20 segundos ya había marcado el Eibar un gol que era una radiografía exacta de los males del equipo rojillo esta temporada: falta de tensión, mala colocación y un punto de suerte esquiva gestaron un rebote al borde del área, un golpeo inverosímil del argentino Gonzalo Escalante y un balón que entraba en la portería tras coquetear con el larguero.
Eibar: Riesgo; Capa, Dos Santos (Ramis, m. 61), Lejeune, Antonio Luna; Escalante (Nano, m. 46), Dani Garcia, Fran Rico; Pedro León, Bebe (Jota Peleteiro, m. 69); y Sergi Enrich.
Osasuna: Nauzet; Oier Sanjurjo, David García, Miguel Flaño, Unai García, Alex Berenguer; Roberto Torres, Digard (Fausto Tienza, m. 69), De las Cuevas (Otegui, m. 78); Oriol Riera y Sergio León (Javi Alamo, m. 81).
Goles: 1-0. m. 1. Escalante; 1-1. m. 25. Sergio León; 1-2. m. 31. Sergio León; 2-2. m. 45. Sergi Enrich; 2-3. m. 57. Roberto Torres.
El primero de los dos exámenes que la directiva había previsto para Martín empezaba con un borrón. Y durante casi media hora pareció que el de Campanas estaba condenado al suspenso, porque sus centrales eran incapaces de jugar un balón con sentido, Digard -la gran esperanza del técnico- apenas aparecía y el cuadrado formado por los jugadores de más calidad del equipo -Roberto Torres, De las Cuevas, Sergio León y Oriol Riera- se limitaba a pelear balones aéreos, siempre en desventaja, siempre asfixiados por una zaga del Eibar muy bien plantada.
Todo cambio gracias al hambre de un delantero que está empeñado en demostrar que es de Primera División. En apenas tres minutos, del 29 al 32, Sergio León marcó dos tantos y dio la vuelta al marcador. Uno de cabeza, aprovechando un delicioso centro con la zurda de Berenguer -carrilero izquierdo en Ipurúa-. El otro, fruto de su fe, llegó tras pelear un balón dividido con el guardameta rival, el exrojillo Asier Riesgo; el rebote le favoreció y pudo marcar a placer.
Osasuna mejoró con el 1-2. Se notó que le hacían falta buenas noticias, goles, para liberarse y desplegar un juego más acorde a lo que se espera del equipo. Sin embargo, al filo del descanso, con un pie ya en el minuto 45, se topó con un nuevo mazazo.Sergi Enrich explotó la debilidad de los centrales en el juego aéreo, una tara endémica esta campaña, para marcar el 2-2 de cabeza.
El gol de los llamados psicológicos, por el golpe moral que supone encajar un tanto cuando ya parece que no queda tiempo para más, amenazaba con atenazar a Osasuna en la segunda parte. Pero no fue así. Los rojillos salieron bien, tuteando al Eibar y una de sus llegadas al área guipuzcoana tuvo premio. Apareció Roberto Torres con la varita mágica para dibujar una acción al alcance de unos pocos elegidos: control orientado en un centro que llovía del cielo y zurdazo raso, fácil en apariencia, certero, perfecto, inalcanzable para Riesgo.
Osasuna tenía en su mano la primera victoria de la temporada. También se enfrentaba a sus fantasmas, a los errores que una y otra vez esta campaña le han impedido sumar tres puntos de una tacada. Se echó atrás, decisión fatal en partidos anteriores, pero en el estrecho Ipurúa no sufrió. Aguantó sin apuros, sin despistes. Y la victoria viajó a Pamplona. Por fin. Por fin Osasuna demostró y se demostró que es de Primera. Martín respira.
Eibar: Riesgo; Capa, Dos Santos (Ramis, m. 61), Lejeune, Antonio Luna; Escalante (Nano, m. 46), Dani Garcia, Fran Rico; Pedro León, Bebe (Jota Peleteiro, m. 69); y Sergi Enrich.
Osasuna: Nauzet; Oier Sanjurjo, David García, Miguel Flaño, Unai García, Alex Berenguer; Roberto Torres, Digard (Fausto Tienza, m. 69), De las Cuevas (Otegui, m. 78); Oriol Riera y Sergio León (Javi Alamo, m. 81).
Goles: 1-0. m. 1. Escalante; 1-1. m. 25. Sergio León; 1-2. m. 31. Sergio León; 2-2. m. 45. Sergi Enrich; 2-3. m. 57. Roberto Torres.
Osasuna: Nauzet; Oier Sanjurjo, David García, Miguel Flaño, Unai García, Alex Berenguer; Roberto Torres, Digard (Fausto Tienza, m. 69), De las Cuevas (Otegui, m. 78); Oriol Riera y Sergio León (Javi Alamo, m. 81).
Goles: 1-0. m. 1. Escalante; 1-1. m. 25. Sergio León; 1-2. m. 31. Sergio León; 2-2. m. 45. Sergi Enrich; 2-3. m. 57. Roberto Torres.
El primero de los dos exámenes que la directiva había previsto para Martín empezaba con un borrón. Y durante casi media hora pareció que el de Campanas estaba condenado al suspenso, porque sus centrales eran incapaces de jugar un balón con sentido, Digard -la gran esperanza del técnico- apenas aparecía y el cuadrado formado por los jugadores de más calidad del equipo -Roberto Torres, De las Cuevas, Sergio León y Oriol Riera- se limitaba a pelear balones aéreos, siempre en desventaja, siempre asfixiados por una zaga del Eibar muy bien plantada.
Todo cambio gracias al hambre de un delantero que está empeñado en demostrar que es de Primera División. En apenas tres minutos, del 29 al 32, Sergio León marcó dos tantos y dio la vuelta al marcador. Uno de cabeza, aprovechando un delicioso centro con la zurda de Berenguer -carrilero izquierdo en Ipurúa-. El otro, fruto de su fe, llegó tras pelear un balón dividido con el guardameta rival, el exrojillo Asier Riesgo; el rebote le favoreció y pudo marcar a placer.
Osasuna mejoró con el 1-2. Se notó que le hacían falta buenas noticias, goles, para liberarse y desplegar un juego más acorde a lo que se espera del equipo. Sin embargo, al filo del descanso, con un pie ya en el minuto 45, se topó con un nuevo mazazo.Sergi Enrich explotó la debilidad de los centrales en el juego aéreo, una tara endémica esta campaña, para marcar el 2-2 de cabeza.
El gol de los llamados psicológicos, por el golpe moral que supone encajar un tanto cuando ya parece que no queda tiempo para más, amenazaba con atenazar a Osasuna en la segunda parte. Pero no fue así. Los rojillos salieron bien, tuteando al Eibar y una de sus llegadas al área guipuzcoana tuvo premio. Apareció Roberto Torres con la varita mágica para dibujar una acción al alcance de unos pocos elegidos: control orientado en un centro que llovía del cielo y zurdazo raso, fácil en apariencia, certero, perfecto, inalcanzable para Riesgo.
Osasuna tenía en su mano la primera victoria de la temporada. También se enfrentaba a sus fantasmas, a los errores que una y otra vez esta campaña le han impedido sumar tres puntos de una tacada. Se echó atrás, decisión fatal en partidos anteriores, pero en el estrecho Ipurúa no sufrió. Aguantó sin apuros, sin despistes. Y la victoria viajó a Pamplona. Por fin. Por fin Osasuna demostró y se demostró que es de Primera. Martín respira.
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